NEUROEDUCACIÓN Y COOPERACIÓN: ¿SON COMPATIBLES?

Los caminos han confluido y el bombazo ha llegado, se dio el milagro.

Nunca supe por qué me decidí a estudiar Biología. ¿Impulso? ¿Inmadurez? ¿Pasión? ¿Inconsciencia? qui lo sa…

Tampoco sé por qué decidí abandonar los laboratorios y quedarme en el mundo de la educación (aunque aquí sí puedo decir que los adolescentes y los jóvenes tienen muuuucho que ver): ¿Comodidad? ¿Sensación de control? ¿Afectos? ¿Recompensa?

Nunca supe por qué me decidí a viajar a países con realidades diferentes, con sociedades no-occidentales: ¿Intuición? ¿Egocentrismo? ¿Altruismo? ¿Educación?

Y en cada salto, un abandono; en cada etapa, una ruptura; en cada nacimiento, un poquito de muerte. ¿He dicho muerte? ¡¡Noooo, nada de muerte!! sólo un sueñecito, una etapa de espera, una hibernación en segundo plano. Sustituir la biología por la educación, y la educación por la cooperación ha supuesto la emoción de todo inicio, lleno de expectativas y oportunidades, y el duelo por la pérdida, por dejar de pertenecer, con todo el dolor que representa.

Dejé los laboratorios en el 1998 para entrar de pleno en la educación, e hice mis primeros pinitos en la cooperación en el 2006. Hoy, a finales de 2021 he comprendido. Eran necesarios los tres caminos, las tres etapas, con sus muertes y sus nacimientos, con sus duelos y sus expectativas.

Hoy mis caminos han confluido con todo su esplendor, más despiertos que nunca, más interconectados de lo que jamás hubiera imaginado. Hoy inicio un nuevo camino con surgido de ambos tres, amplio, incierto, misterioso y absolutamente APASIONANTE.

Hoy se confirma un sueño: acercar la NEUROCIENCIA aplicada a la EDUCACIÓN al SENEGAL.

De la mano de tres auténticos expertos, con el apoyo de entidades e instituciones catalanas, españolas, americanas y senegalesas, con la adhesión de tantas personas experimentadas y apasionadas, que aún no doy crédito.

Y por todo ello estoy profundamente invitada a reflexionar sobre todos los términos y conceptos que esta experiencia lleva intrínsecos, a esforzarme por no olvidar ningún detalle, ninguna insignificancia, ningún punto de vista ni ninguna vista del punto.